Aprender a decir “No”.
Aprender a decir “No”, es un acto lingüístico que muchos lo pueden considerar obvio y fácil, pero no lo es. –“Qué fácil decirle “No” a alguien»-, pueden decir algunos, pero me he dado cuenta en mis sesiones con coachees (clientes) que para muchos el decir «No» en la oficina o en otros contextos, está lejos de ser fácil de ejecutar y gestionar. Cuantas personas por no saber decir “No”, han visto su vida laboral colapsada de trabajo, desorganizada y sin foco, o se ha puesto en una postura de víctima en su trabajo ya que no se atreven a poner límites, o se han visto hasta altas horas de la noche trabajando porque no han sabido negociar la carga laboral con sus jefaturas, o un compañero les pide ayuda, y por no saber negociar y no saber decir «No», se ven sobrecargados de trabajo justificándose que así «les caigo bien y a mi me cae bien el/ella». ¿Te has visto en algún caso parecido? ¿Sabes poner límites? ¿Sabes decir “No” y poner límites efectivos en tu vida sin dañar las relaciones?
¿Sabes ponerte límites a ti mismo? ¿Qué pasa en ti que te cuesta decir No? ¿Por qué sientes que no puedes decirlo? ¿Qué juicios te invaden?
¿Cómo aprender a decir "No"?
Si te ves reflejado en alguno de los casos, o parecidos a esos, te quiero comentar que el aprender a decir «No», y poner límites de forma cuidada tiene muchas ventajas. Independiente de los motivos por los cuales la declaración no aparezca muy fluida en tu vida, la declaración del “No” nos trae a la mano un mundo de libertad, de dignidad, nos permite generar posibilidades nuevas, que potencialmente nos traería más autonomía para tener condiciones más dignas. Saber decir “No” nos da posibilidades de elegir. Ninguna de nuestras elecciones es libre, si no tuvimos la posibilidad de decir que no, o que hacerlo implicara costos demasiados altos.
Sin embargo, necesitamos comprender que aprender a decir “No” y poner límites, no es un acto de rebeldía, ni de emancipación frente a quienes son nuestras autoridades o pares, como si fueras un guerrero gritando contra el enemigo. No va por ahí. Aprender a decir «No», es un acto de dignificación de nosotros mismos. Es un acto que nos pone en un lugar en el mundo, en equilibrio, que nos brinda tranquilidad y seguridad, que no destruye ni daña la relación con los otros, si no que la construye y nos lleva a tener la realidad que nosotros determinemos.
Decir "No", es un acto de dignificación de nosotros mismos. Es un acto que nos pone en un lugar en el mundo, en equilibrio, que nos brinda tranquilidad y seguridad,
Si pongo límites van a pensar que soy prepotente
Muchas veces toda la autoridad que necesitamos para formular esta declaración se ve disminuida por los juicios que nosotros mismos nos decimos, como por ejemplo: “Si digo no, seré mal educado” o “si digo no, me van a rechazar” o “Si pongo límites van a pensar que soy prepotente”. ¿Qué tan cierto es todo eso? ¿Seré realmente tan mal educado? ¿Es tan real que me rechazarán? ¿Qué pasa si hablo con mi jefe y le cuento mi situación con argumentos, de manera asertiva, con mucha convicción y tranquilidad, conservando la cordialidad en la relación? ¿Qué pasa si expongo mis argumentos dando a entender el límite que necesito en mi vida laboral en este momento? ¿Qué pasa si converso con mis pares aquello que me incomoda/frustra/limita de forma que expongo mis límites de manera asertiva, eficiente y armoniosa, sin dañar mis relaciones laborales? Al aprender a decir “No” en este tipo de contextos, te ayuda a ti y a los demás a tener relaciones transparentes y sanas. Ayuda a exponer tus inquietudes y con eso los demás sabrán cuales son tus límites. Te da un espacio en el mundo, y te instala a ti y a tu cuerpo, de forma que apareces frente a los demás y te da tu espacio.
Si esta declaración, es bien gestionada y expresada a través de lo verbal y corporal, puedo asegurar que comenzarán a haber cambios en ti y en tu entorno. Sentirás que tienes el control de tu vida y que eres protagonista de ella. Independiente del resultado que tengas de la conversación, habrás comenzado el aprendizaje de accionar esta poderosa declaración en tu vida, y como va teniendo efectos en tu realidad. Aprender a decir “No” o poner límites de manera inteligente y clara, sin dañar las relaciones, te permitirá tener la vida que necesitas y dignificarte, logrando con esto mayor bienestar, dándote cuenta de que una vez que haya comenzado el cambio desde ti, continuará el cambio en tu entorno.
Poner límites de manera inteligente y clara, sin dañar las relaciones, te permitirá tener la vida que necesitas y dignificarte, logrando con esto mayor bienestar.
Te invito a profundizar
Si te sientes identificado con mi artículo, espero haberte aportado y transmitirte que el aprender a poner límites y aprender a decir “No” te ayuda a tener una mejor convivencia contigo mismo y con los demás. Para muchos no es fácil llevarlo a cabo, pero si sientes que algo parecido a esto te está pasando hoy y te está incomodando en tu día a día, puedes apoyarte en profesionales como coaches ontológicos o psicólogos.
Aprender a decir no, te permite decir Si a lo más importante.
— Francisca Cornejo G.
Psicóloga Laboral y Coach para profesionales.